Una Lección de Humildad: Entendiendo la Necesidad de Ayuda

Recientemente recordé las palabras de mi querida madre, que su memoria sea bendita, quien dijo dos días antes de su fallecimiento: "No estoy lista para ser una carga para nadie. Toda mi vida he cuidado de mi familia, mi esposo y mis hijos, y si surge una situación en la que me convierto en una carga y alguien tiene que cuidarme, elijo no estar en este lugar ni en esta situación".

Piense en un momento de su vida en el que necesitaba ayuda. Tal vez fue una dolencia física o una situación difícil en el hogar o el trabajo. Fuera lo que fuere, estoy segura de que recuerda cómo se sentía al estar en ese lugar de necesidad.

Para mí, fue una experiencia reciente con un dolor severo en mi rodilla y hombro. Me encontré incapaz de hacer las cosas que siempre había dado por sentado: empacar y moverme, conducir e incluso levantar una bolsa de plástico. En un instante, me volví completamente dependiente de otra persona, y no fue una sensación agradable.

Pero mientras pensaba en mi situación, mi corazón estaba con todos aquellos que reciben asistencia y apoyo de cualquiera que pueda ayudarlos. Pensé en cada uno de ellos como si se tratara de mí, e imaginé la dificultad y la vergüenza que deben sentir al pedir ayuda.

Madre de Batya, Sarah, con el primer bisnieto

Es importante recordar que la rueda de la vida gira, e incluso si tenemos todo lo que necesitamos para vivir una vida buena y feliz, incluso si hoy estamos apoyando a otros, la situación puede cambiar y podríamos debilitarnos de ciertas maneras y necesitar ayuda nosotros mismos. Esto es humildad, que en cada situación tenemos que estar en un lugar de paciencia y compasión, y debemos estar atentos a las necesidades de los demás.

En nuestra generación, hay una preocupación constante por nosotros mismos. Todas las redes sociales están llenas de las historias personales de tanta gente. Cuidarnos no es el único objetivo de nuestras vidas. Nuestro objetivo es servir y capacitar a aquellos que necesitan ayuda. La búsqueda constante para encontrar a aquellos cuyo clamor no es escuchado. Aquellos cuyas dificultades no conocemos porque se avergüenzan de pedir ayuda. Esta es la tarea más difícil, encontrar lo tranquilo y humilde.

 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.– Romanos 15:1

Está escrito que Job, que se suponía estaba inmerso en su gran problema, fue a buscar y encontrar los casos más difíciles, aquellos que necesitaban ayuda. No todos podemos buscar y encontrar, pero cada uno de nosotros puede elegir apoyar a los débiles y empobrecidos. Cuando usted se convierte en socio de Visión para Israel y nos apoya mensualmente, nos permite ser los ojos y la mano extendida para brindar asistencia a los débiles entre nosotros, por humildad y modestia.

Shalom y bendiciones,

Batya