Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.
Isaías 58:10
Estimados Amigos,
Al encender las velas de Hanukkah, recordamos un milagro que brilló contra todo pronóstico. Esta temporada es un recordatorio de que la luz de Dios no es frágil. No parpadea cuando el viento aúlla. En Israel hoy en día, todavía estamos caminando a través de la sombra de la guerra que comenzó el 7 de octubre de 2023. Dos años después, el dolor permanece y la vigilancia permanece. Sin embargo, también vemos pequeños milagros cuando la ayuda llega a tiempo, cuando un refugio está lo suficientemente cerca como para que una familia llegue en segundos y cuando un profesional en intervención capacitado está listo con el equipamiento adecuado en el momento adecuado. Ese tipo de preparación es una lámpara que nunca falla.
En medio de la oscuridad, una joven paramédica llamada Amit eligió ser luz. En la mañana del 7 de octubre, protegió a civiles heridos en una clínica dental en el kibutz Be'eri. Las líneas telefónicas estaban saturadas. Los terroristas controlaban las carreteras. Logró comunicarse con un despachador en Jerusalén quien la aterrizó: el rescate podría no alcanzar a llegarles. Horas más tarde, mientras los disparos aumentaban y se desvanecían, Amit calmó a un paciente que intentó huir, sabiendo que la muerte esperaba más allá de la puerta. En algún momento de esas horas, le dispararon en la pierna y se aplicó un torniquete. Aún así, se quedó, atendiendo a los heridos que Dios había puesto frente a ella. Cuando los terroristas finalmente irrumpieron en la clínica, la asesinaron. Tiene veinticuatro años. Una sobreviviente dijo más tarde que había sido "el paraíso en el infierno".
Su historia nos rompe el corazón, pero también aclara nuestro llamado. No podemos deshacer lo que sucedió. Podemos honrarlo equipando a aquellos que responderán a la próxima llamada. La preparación no es una idea. Es una ambulancia dotada con oxígeno e inventario de suministros de trauma, una moto médica posicionada donde ahorrará minutos, un chaleco protector que devolverá a un voluntario a su familia, un refugio al alcance cuando suene la sirena, y atención de trauma para sobrevivientes en ese duelo de largo plazo.
Visión para Israel existe para actuar antes de la sirena. Desde 1994, nos hemos preparado para días como estos. Lo hacemos para que cuando pase lo peor, la ayuda no sea una idea. La ayuda es una persona, un vehículo, un refugio, un kit, una llamada telefónica contestada, una manta caliente en medio del aire frío. En los últimos dos años, hemos invertido millones de shekels para equipar a los escuadrones de respuesta a emergencias, proporcionar equipamiento de protección, entregar a los profesionales de primeras intervenciones los suministros que solicitaron, e instalar refugios de seguridad que significan que un niño tiene un lugar a donde ir para encontrar seguridad. También hemos apoyado a las familias con lo esencial y cuidados traumatológicos porque las heridas no son solo físicas.
Las solicitudes no se ralentizan. Cada semana trae llamamientos para ambulancias y equipos que pueden salvar vidas cuando los segundos importan, para un automóvil adecuado para la policía municipal, para cascos y chalecos que cumplan con los estándares actuales, y para la necesidad más básica pero que preserva la vida de todos: más refugios en más lugares. Las comunidades del sur y del norte conocen el sonido de las sirenas y la pausa entre el aviso y el impacto. Esos segundos son preciosos. Los segundos deciden si una abuela puede ponerse a salvo. Los segundos deciden si un médico puede llegar a tiempo con oxígeno y un desfibrilador.
No podemos predecir el próximo ataque. Pero sí podemos estar listos para ello. Israel se enfrenta a amenazas en varios frentes y hay víctimas todos los días. La guerra se ha prolongado más que cualquier otra en nuestra historia moderna, y los costos se miden en lágrimas y en valentía. La preparación no se trata del miedo. Se trata del amor que planifica de antemano para que, cuando la oscuridad intente tragarse la luz, alguien ya esté sosteniendo una lámpara.
Es por eso que estamos reforzando nuestro Fondo de Emergencia en esta temporada de luz. El fondo nos permite decir que sí cuando un municipio llama a un vehículo de emergencia y transferimos los fondos esa misma semana. Nos permite comprar equipamiento de protección cuando las cadenas de suministro se tensan. Nos permite posicionar refugios con anticipación y preparar suministros para traumatismos. Nos permite movernos más rápidamente en vez de escribir informes mientras se nos escapan los minutos. En pocas palabras, el Fondo de Emergencia llena las vasijas para que el aceite no se agote cuando la noche es más larga.
Nuestro objetivo es recaudar $250.000 en esta temporada de donaciones para el Fondo de Emergencia antes del 31 de diciembre. Su donación de hoy mantendrá la luz de la preparación ardiendo durante el invierno y el año que viene. Imagine con nosotros las escenas que su generosidad hace posible: una ambulancia que arriba con su sirena y un socorrista capacitado que saca a un niño del peligro; un refugio ubicado cerca, brindando protección justo a tiempo; un equipo de respuesta a emergencias que coloca sus nuevos chalecos antes de salir a patrullar; un despachador que responde a una llamada con los recursos adecuados ya en camino. Estos son los milagros silenciosos que siguen a su bondad.
Por favor, actúe ahora para fortalecer el Fondo de Emergencia.
Hannukah same'ach para usted y su familia. Toda raba por elegir ser una luz que no se puede ocultar. Que su dádiva se convierta en una respuesta a una oración susurrada con miedo y respondida con ayuda que llega a tiempo.
Con gratitud,
Barry y Batya




